El wendigo
Reseña
Las
tribus Inuit son originarias de las zonas árticas de América del Norte y
Groenlandia. En su mitología existe un espíritu del mal, que en su lenguaje
nombraron Wendigo, Witigo, Witiko o Wee tee go, aunque los últimos tres, son
menos conocidos.

El wendigo, de
Algernon Blackwood, publicado en 1910, versa sobre un viaje emprendido por
Cathcart y su sobrino, Simpson, con el objetivo de cazar alces en el bosque.
Para
esta empresa se hacen acompañar de un par de guías, y así se adentran en el
bosque con la inocente idea de cumplir su cometido. Luego de estar una semana
sin resultados en un campamento, deciden intentar explorar un área de una zona
solitaria al oeste de su posición actual.
Aquí,
el señor Cathcart propone separar al grupo, el joven Simpson tomaría una canoa,
custodiado por su guía, Défago, para cruzar el Lago de las Cincuenta Islas.
Défago, al escuchar esta orden, no dice nada, mas su semblante parece supurar un
terror incomprensible.
Luego
de esa noche, no hay más que acatar los planes como el patrón manda. El grupo
se separa y las cosas no hacen sino tornarse más oscuras de lo que Simpson
podría haber imaginado. La actitud de Défago no deja de intimidarle. En algún
momento de una noche, el joven Simpson nota más extraño de lo normal a su guía,
quien está sentado con los pies fuera de la tienda, con la mirada fija a algo
que Simpson no ha podido ver.
El wendigo,
novela fantástica ligada al terror cósmico, aunque muy ligeramente insinuado. La
historia ocurre en los bosques del norte de Canadá.
<<Défago, dijo el joven Simpson,
estos bosques son, cómo decirlo, un poco demasiado grandes para sentirse a
gusto…tranquilo, quiero decir ¿no?>>
La
estructura narrativa de esta obra es un poco más complicada de lo que he
presentado en este blog, no por compleja, sino porque tiene un estilo un muy
rústico. No sentirá que está leyendo un libro cualquiera, más bien da la
sensación de estar leyendo una autentica leyenda, un mito que se escribió de
vivas palabras de un indígena Inuit.
Esto
entorpece la evolución del texto, el ritmo cambia sin previo aviso, a veces
acelerado y otras muy lento; pero al sacrificar esto, consigue una narrativa
muy agradable, casi íntima. Es como ser partícipe de un relato alrededor de la
hoguera.
El
desarrollo es muy confuso, no terminará de comprender a los personajes cuando
lo macabro ya está sucediendo. Lo que deja en evidencia una introducción muy
corta. Hay muchos huecos que deja Blackwood que usted tendrá que rellenar, esto
no siempre tiene que ser una deficiencia del autor, todo depende de cómo sea
manejado. Este tipo de lecturas dan la posibilidad de malear la atmósfera al
gusto, y éste es el caso. Es un gran acierto que pocas personas valoran hoy día
y que pocos autores se atreven a explorar.
El
autor maneja una narrativa diferente para el clímax de la obra, deja a un lado
la intensión de ser leído como un terror tangible y pretende apostar por lo
atmosférico, por lo intangible, para estas alturas, los cazadores no tienen
miedo de lo que se puedan encontrar, sino de lo que está desapareciendo.
El wendigo, de
Algernon Blackwood, un libro muy complicado de disfrutar si está acostumbrado a
los autores exageradamente descriptivos, pero muy recomendable para estimular
la imaginación.
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