La mina de los 100 cadáveres

Reseña


Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, casi toda Europa estaba devastada. Contadas eran las locaciones en las que los estragos eran sólo fantasmas pregonados por los extranjeros, rumores fantásticos que sólo ellos habían visto; uno de ellos Montenegro, lugar en donde se sitúa una mina de una poderosa familia.

En este lugar ocurre un accidente terrible, ocasionado por la imprudencia de dos hermanos, que, agradecidos por su trabajo, pretenden impresionar a los jefes con el objetivo de recibir un incentivo. El hecho sepulta a 100 trabajadores en la mina en 1953.


En la actualidad, el nuevo propietario de las tierras, el Conde Familev, es contactado por Kiro, quien le ha enviado fotos y documentos sobre la historia del pueblo que fue habitado por trabajadores de la mina. El Conde, alarmado por la historia, organiza un grupo de expertos con el objetivo de averiguar si fue real aquél incidente y en tal caso, saber qué pasó con el pueblo, pues se ha esfumado sin explicación junto con los habitantes.

Una de las integrantes del grupo es Cintia Ceberny: una de las antropólogas más importantes del mundo. Ella, junto con su equipo, a quien se añade Kiro y su hermano, van en busca de ese pueblo y la mina. Encontrarla, extrañamente, no pareció un gran problema, si tomamos en cuenta que nadie sabe en dónde se encontraba. Luego de entrar en la mina, los eventos que el equipo presenciará iniciarán una ola de misterios difíciles de comprender para la mente de los personajes.

La mina de los cien cadáveres es un cuento fantástico dotado de misterio y ambigüedad.

“El aire irrespirable, deslizándose lentamente por el túnel hasta el salón, acarició las fosas nasales de los noventa y ocho mineros restantes.”


Fotografía por Dariusz Sankowski

Si algo se disfruta de un cuento, es el preludio mortuorio que puede crear un autor en un par de líneas. El cuento abre con el accidente de la mina, hace pensar que todo irá por los caminos de la desgracia al puro estilo de la novela negra. Hay un cruce de temporalidad a medida que cambia de capítulo, y por la corta extensión del escrito, esto no confunde al lector, sino que lo mantiene despierto y vuelve la lectura fluida.

Fotografía por skeeze
Durante el desarrollo la acción es mínima y un tanto ambigua, en realidad habrá un momento en el que no se comprenda hacia dónde va la historia.

La atmósfera creada por Alexander es un poco tenue, en realidad no hace sentir participe de los escenarios, sólo te crea una idea general en la que se deberá encargar de rellenar los espacios “visuales” dejados por el autor.

Este juego de temporalidad que antes mencioné, es sin duda un gran trabajo de preparación para el cierre de la historia, que podría calificar de caer en un cliché clásico de películas “holliwodenses”, pero hay un elemento final que agrega Copperwhite, que toma por sorpresa e incluso le hará regresar a uno de los primeros capítulos para comprobar la veracidad del argumento.

La mina de los cien cadáveres es un cuento corto y gratuito (enlace de descarga), que vale la pena tener en su biblioteca. 




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